miércoles, 27 de noviembre de 2013

“RECORDANDO Y REFORZANDO NUESTROS VALORES”



PROYECTO PEDAGÒGICO DE AULA.
“RECORDANDO Y REFORZANDO NUESTROS VALORES”

     Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente de satisfacción y plenitud. Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos, personales o colectivos. Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más importantes.
    Los valores se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones, con una importancia independiente de las circunstancias. Por ejemplo, aunque seamos injustos la justicia sigue teniendo valor. Lo mismo ocurre con el bienestar o la felicidad. Los valores valen por sí mismos. Son importantes por lo que son, lo que significan, y lo que representan, y no por lo que se opine de ellos.
     Valores, actitudes y conductas están estrechamente relacionados. Cuando hablamos de actitud nos referimos a la disposición de actuar en cualquier momento, de acuerdo con nuestras creencias, sentimientos y valores. Los valores se traducen en pensamientos, conceptos o ideas, pero lo que más apreciamos es el comportamiento, lo que hacen las personas. Una persona valiosa es alguien que vive de acuerdo con los valores en los que cree. Ella vale lo que valen sus valores y la manera cómo los vive.
    Pero los valores también son la base para vivir en comunidad y relacionarnos con las demás personas. Permiten regular nuestra conducta para el bienestar colectivo y una convivencia armoniosa. Quizás por esta razón tenemos la tendencia a relacionarlos según reglas y normas de comportamiento, pero en realidad son decisiones. Es decir, decidimos actuar de una manera y no de otra con base en lo que es importante para nosotros como valor. Decidimos creer en eso y estimarlo de manera especial.
    Al llegar a una organización con valores ya definidos, de manera implícita asumimos aceptarlos y ponerlos en práctica. Es lo que los demás miembros de la organización esperan de nosotros. En una organización los valores son el marco del comportamiento que deben tener sus integrantes, y dependen de la naturaleza de la organización (su razón de ser); del propósito para el cual fue creada (sus objetivos); y de su proyección en el futuro (su visión). Para ello, deberían inspirar las actitudes y acciones necesarias para lograr sus objetivos.
   El objetivo de este proyecto es reforzar en el niño los valores, de esta manera mejorar su comportamiento y ser mejores compañeros. 






Diagnóstico del alumnado.
    El aula de 6to grado, sección A esta conformada por 30 alumnos 12 varones y 18 hembras, los mismos con edades comprendidas entres 10, 11 y 12 años consecutivamente, con algunas carencias de afecto, con situaciones económicas medianamente estables, disponen de un aula amplia con 34 mesas y sillas,. La ubicación del colegio U.E.E “Genaro Gomez”, esta cerca de sus hogares, cuentan con una comunidad preocupada por el aprendizaje de este grupo de alumnos, en los cuales se pudo observar a través de una comprobación de conocimientos la problemática que existe en el aula.

Propósito.
   Es lograr que este pequeño grupo de alumnos que presentan falta de valores, puedan superar distintos inconvenientes de compañerismo y respeto para el final del año escolar, y pasar al grado superior inmediato.
Objetivo: Que los alumnos del 6to grado sección “A”, fortalezcan los valores que ya han adquirido en sus hogares y asi poder mejorar sus comportamientos en el colegio y el hogar.
Espacios Seleccionados: espacios para la recreación y para la investigación.
Actividades: Investigaciones, discusiones grupales, exposiciones, creaciones grupales y prueba de conocimientos.
Responsables: Docente, alumnos y representantes.
Recursos: humanos, docentes, alumnos, padres y representantes. Materiales, pizarra, lápices de colores, hojas blancas, temperas, papel bond, entre otros.
   A pesar de todo existen unas fuerzas, cuyo poder sobre pasa a todas, pues radica en el plano del espíritu, superior a la materia, y a las cuales todas las demás fuerzas deben estar subordinadas: son las fuerzas morales. Podrían mencionarse la solidaridad, el mérito, y tantas otras. Basten como ejemplo las enunciadas a continuación:
Bondad: La bondad consiste, no solo en la ausencia del mal, sino en la inclinación natural a hacer el bien. Se debe pensar más en hacer el bien que en estar bien, y así se conseguirá que todos estén mejor.
Ciencia: Es un conjunto de conocimientos armónicamente relacionados acerca de un mismo tema. La ciencia es una fuerza moral que libera al hombre de la ignorancia, lo induce al conocimiento sistemático y reflexivo de la realidad y lo conduce al planteamiento de los problemas fundamentales de la existencia.
Deber: El deber tiene su base en un buen sentido de justicia, inspirada por el amor y esta es la forma más bella de la bondad. El deber da al hombre energía suprema.
Dignidad: La dignidad es la excelencia que tiene la persona y que la hace acreedora al respeto de sus semejantes y la obliga a un comportamiento decoroso.
Disciplina: La disciplina lleva al cumplimiento puntual de las leyes y pone orden en la sociedad, condición indispensable de todo progreso.
Educación: "La educación es como un bautismo moral que arranca al hombre del seno originario de la ignorancia, y lo alza a ese grado de honor que lo hace ser grato a su celestial autor, a la sociedad y a sí mismo". La educación es fuerza moral que perfecciona.
Obediencia: La obediencia es la virtud por la que uno somete su voluntad a la autoridad legítima. Es principio fecundo de grandes realizaciones". La desobediencia genera el desorden, la anarquía; rinde ineficaces las mejores iniciativas, y causa grandes perjuicios.
Patriotismo: Otra fuerza moral generadora de grandes renunciamientos y atrevidas empresas, es el amor a la patria.
Encierra en sí un anhelo grande de ser útil a la patria, de prestigiarla, defenderla, de ennoblecerla cada vez más.
Perfección: "Un ser es perfecto cuando alcanza su propio fin, que es la perfección última de las cosas". Entonces está terminado, completo. Nada es más doloroso en la línea del ser, que el quedar incompleto. El deseo de perfección es una fuerza moral que acucia al hombre a mejorar constantemente.
Rebeldía: No se toma aquí rebeldía en el sentido de insubordinación, desobediencia o indisciplina, sino en el sentido de no conformismo. La rebeldía se ejerce contra la injusticia, la opresión o el despotismo; contra las imposiciones arbitrarias. Hay circunstancias en que la rebeldía es un deber, y el conformismo, un crimen.
Religión: La religión es la fuerza moral generadora de las mayores abnegaciones y de los más grandes heroísmos. El ideal religioso ha llevado a escribir las páginas más gloriosas de la historia de la humanidad. Trabajo: El trabajo es el antídoto contra muchos males. La experiencia secular enseña que "la ociosidad es la madre de todos los vicios". El trabajo es fuente de bienestar individual y social.
Verdad: La verdad es lo que es. "La verdad os hará libres". El conocer lo que son los seres contribuirá a valorarlos y a establecer la verdadera escala de valores, síntesis del auténtico progreso. La pasión por la verdad estimula las investigaciones de los sabios.
Voluntad: La voluntad es en el hombre la potencia dominadora, la reina de todas las otras potencias y facultades, y la que las gobierna. Debe obrar con decisión, firmeza y constancia. Él hombre vale según sea su voluntad. Los hombres provistos de energía perseverante en la voluntad, arrastran a los demás y realizan grandes empresas. 




   El filósofo argentino Mario Bunge define el valor como una propiedad relacional, es decir, como una propiedad que es atribuida a las cosas por ciertas personas o instituciones en determinadas circunstancias. Por ejemplo, en nuestra sociedad, atribuimos valor a la higiene; pero podríamos imaginar una sociedad en la que esto no fuera así. El ámbito de los valores es, desde este punto de vista, el ámbito de las relaciones entre ciertos objetos o procesos y personas o grupos que manifiestan intereses en diversos campos de actividad. Para decirlo con otras palabras, los valores son siempre relativos a las personas que realizan las valoraciones de acuerdo con sus intereses en determinadas circunstancias. Así, dos personas pueden estar de acuerdo sobre las características de una acción y discrepar en cuanto a su calificación valorativa. Por ejemplo, pueden coincidir en que correr durante una hora es una actividad física exigente, en la que intervienen los grupos musculares a una resistencia sostenida, y que quema calorías; sin embargo, una puede considerar que llevarla a cabo todos los días es bueno para la salud mental y otra puede creer lo contrario.
    Entre Los Valores familiares entre los miembros de una familia se establecen relaciones personales que entrañan afinidad de sentimientos, de afectos e intereses que se basan en el respeto mutuo de las personas.
La familia es la comunidad donde desde la infancia se enseñan los valores y el adecuado uso de la libertad. Las relaciones personales y la estabilidad familiar son los fundamentos de la libertad, de la seguridad, de la fraternidad en el seno de la sociedad. Es por esto que en la familia se inicia a la vida social.
Es en la familia donde se enseñan los primeros valores; valores que serán sustento para la vida en sociedad y a lo largo de la vida de la persona. Entre otros destacan los siguientes:
La alegría:
La alegría es un valor que se siembra primeramente en el seno familiar. Es en el núcleo familiar donde se procura que los miembros se ayuden unos a otros en sus necesidades, en la superación de obstáculos y dificultades, así como el compartir los logros y éxitos de los demás.
En el fondo lo que se fomenta es dejar el egoísmo a un lado, buscando el bien y compartir con el otro. Cuando nos centramos en nuestras preocupaciones y no estamos dispuestos a ayudar a los que nos rodean somos egoístas. El egoísta no suele ser una persona alegre. Es en este darse a los demás miembros de la familia donde se obtiene la alegría.
La alegría no depende de las circunstancias o de las facilidades que puede presentar la vida y tampoco consiste en tener cosas. Este valor tiene su fundamento en lo profundo de la persona, no es sino la consecuencia de una vida equilibrada, de una coherencia entre lo que pensamos y lo que hacemos, el tener una mente y un cuerpo sanos.
La generosidad:
La generosidad es uno de los valores que se fomentan en la vida familiar. Entendiendo por generosidad el actuar en favor de otras personas desinteresadamente y con alegría. Hacer algo por otras personas puede traducirse de diferentes maneras, por ejemplo, dar cosas, prestar juguetes, dar tiempo para escuchar y atender a otro miembro de la familia, saludar, perdonar.
Se notará una actitud generosa en una persona que se esfuerza por hacer la vida agradable a los demás miembros de la familiar.
El respeto:
El respeto hacia los demás miembros es otro de los valores que se fomentan dentro de la familia, no sólo respeto a la persona misma, sino también a sus opiniones y sentimientos. Respeto hacia las cosas de los demás miembros, respeto a su privacidad, respeto a sus decisiones, éstas, por supuesto, adecuadas a la edad de la persona. Es en la familia donde el niño aprende que tanto él o ella como sus ideas y sentimientos merecen respeto y son valorados.
La justicia:
La justicia se fomenta en el seno de la familia al establecerse lo que corresponde a cada miembro de la misma. Recordemos que la justicia consiste en dar a cada uno lo que les corresponde. Una persona que se esfuerza constantemente por respetar los derechos de los demás y le da a cada uno lo que debe, tiene la virtud de la justicia.
La responsabilidad:
La responsabilidad supone asumir las consecuencias de los propios actos, no solo ante uno mismo sino ante los demás. Para que una persona pueda ser responsable tiene que ser consciente de sus deberes y obligaciones, es por ello, de gran importancia que los hijos tengan sus responsabilidades y obligaciones muy claras. Por ejemplo, el niño debe tener claro que es su responsabilidad la calidad y el esfuerzo en sus estudios, que debe poner el mayor trabajo y empeño en esta actividad, en beneficio propio y en respuesta a la oportunidad que le brindan sus padres.
El desarrollo de la responsabilidad en los hijos es parte del proceso educativo, esto con vistas a la participación de los hijos en la vida familiar primero, y a la vida en sociedad después, de una manera responsable y autónoma.
La lealtad:
La lealtad surge cuando se reconocen y aceptan vínculos que nos unen a otros, de tal manera que se busca fortalecer y salvaguardar dichos vínculos así como los valores que representan. La aceptación y el reconocimiento de este vínculo no se centra hacia el futuro, como una posibilidad, sino que es una realidad actual. Este vínculo no pasa con el tiempo, es profundo, suele madurar y fortalecerse a la larga.
Es en la familia donde surgen y se fortalecen este tipo de vínculos, por ejemplo, un niño pequeño aprende a ser leal al esforzarse por ayudar a los demás, al procurar hacer todo lo que pueda para cumplir con lo que sus padres le dicen que es bueno. Se muestra lealtad entre los hermanos al apoyarse, defenderse y ayudarse ante las dificultades, ante la amenaza de personas o circunstancias ajenas a la familia.
Conviene aclarar que ser leal a los papás, por ejemplo, no significa aprobar una conducta errónea de los mismos, sino el respetar y cuidar su buen nombre, se trata de ser sincero con ellos, además de ayudarlos a superar las dificultades.
Lo mismo ocurre al ser leal a la patria, esto no supone ocultar o negar los males y deficiencias que en ella puedan existir, sino el proteger, reforzar y participar en la vivencia de los valores de la misma.
La autoestima:
La autoestima es uno de los valores fundamentales para el ser humano maduro, equilibrado y sano. Este valor tiene sus raíces y fundamentos en el núcleo familiar.
Se entiende por autoestima la visión más profunda que cada persona tiene de sí misma, influye de modo decisivo en las elecciones y en la toma de decisiones, en consecuencia conforma el tipo de vida, las actividades y los valores que elegimos.
Desde niños vamos construyendo el concepto de nosotros mismos de acuerdo a los mensajes recibidos de nuestros padres, hermanos, familiares, amigos y maestros. Es la suma de la autoconfianza, el sentimiento de nuestra valía personal y de nuestra capacidad. Ésta se basa en la variedad de pensamientos, sentimientos, experiencias y sensaciones que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra vida, pero principalmente a lo largo de nuestra infancia y adolescencia.
Si queremos construir una personalidad fuerte y equilibrada, es de vital importancia que como padres hagamos sentir a nuestros hijos que son dignos de ser queridos con un amor incondicional, es decir, no condicionado a su comportamiento, calificaciones o actitudes.
Elevar la autoestima de nuestros hijos es de vital importancia, ya que contribuimos a que desarrolle la convicción de que es estimado y valorado, que es competente para enfrentarse a la vida con confianza y optimismo, y que es merecedor de la felicidad. 


A continuaciòn hojas de trabajo donde los alumnos formaros grupos de trabajo y sacaron conclusiones orales y escritas: 




















hojas de trabajo 













Juramentacion de los promotores de paz














Docentes


Poemas referentes a la paz y respeto entre otros valores